
Titan Desert 2013
Cuando a finales de 2012 el equipo Compex se puso en contacto con Martin Giacchetta para formar un equipo de cara a la Titan Desert y este propuso mi nombre, ya sabía que me metía en un terreno que sin ser desconocido para mi, no es el ambiente en el que mejor me desenvuelvo. Sin embargo, la oportunidad era única y no se podía dejar pasar, más cuando tras Kona quería tomarme 2013 sin presión.
Los meses pasaron mucho mas rápido de lo que creíamos y estábamos en el aeropuerto de Ouarzarzate con Maria Pujol
Sabía que llegaba con buena base aeróbica pero totalmente centrado en el triatlon de Media Distancia, sin cambios de ritmo y sin tener que encadenar tantos días seguidos.
El ambiente en el campamento era impresionante, con casi 400 participantes alojados en haimas y mucho compañerismo. El día previo transcurrió montando las bicis e instalandonos en el campamento.
La canción que nos machacó cada día por los altavoces nos levanto puntual a las 6 de la mañana; 2 horas para desayunar y prepararlo todo son mas que suficientes; Me situo en el puesto 50º en la salida y de repente estamos circulando a mas de 30kms/h con el aire de frente y el grupo de cabeza inalcanzable. Tras un breve tramo de asfalto, salimos al primer repecho en el km 12 en una zona de piedras y me quedo sin tracción Me bajo de la bici pensando que se ha salido la cadena, pero todo está en su sitio, hasta que veo el nucleo que se ha salido del buje y que eso no tiene arreglo en medio del desierto. Abandono con una enorme frustración, aunque intento conseguir una rueda para seguir en carrera con dos horas perdidas, pero desafortunadamente no encuentro el repuesto hasta 10 horas después No puedo hacer nada y afortunadamente puedo seguir en carrera sin puntuar para la general. Martin y Maria han sufrido muchas peripecias mecánicas el 1º día y también pierden mucho tiempo. Vaya inicio!
La moral está mejor el 2º día; La etapa son 97 kms de montaña por desfiladeros, aunque antes afrontamos 40 kilómetros de llaneo contra el viento. Voy en un segundo grupo lejos de cabeza pero con gente que iba fuerte. Al llegar al 1º puerto decido subir a mi ritmo y empiezo a disfrutar de la Titan en solitario, coronando y bajando puertos, siempre solo o con poca compañía Las bajadas empiezan a hacer mella en los brazos y en la ultima hora los descensos se hacen bastante lentos por falta de fuerza en los antebrazos. Muchos niños piden los bidones, pero no se cuanto queda y no es momento de perder el agua. Finalmente el campamento se divisa a lo lejos tras 4h30 de pedaleo y casi 100 kilómetros.
El 3º día se avecinan 130 kms de desierto, llanos, contra el viento y de arena. Es la etapa marathon y hay que llevar el saco para dormir en el campamento y todo lo que necesitemos para esa noche y el día siguiente. A pesar de la longitud de la etapa se sale a saco y delante vamos un grupo de 40 ciclistas rodando muy rapido. Es la etapa en la que se cae Roberto Heras, al que se le veía poco técnico y fallando en muchas curvas teniendo luego que remontar. En el km 50 se hace la selección definitiva y por detrás nos quedamos un grupo que trabaja a relevos hasta entrar al desierto en el km 72. Alli paso los peores 30 kms de mi vida en un terreno donde pedalear era un ejercicio de concentración y búsqueda de caminos no arenosos. Tras 15 kilómetros luchando pierdo la concentración y mi grupo se va. Empiezan a pasarme ciclistas que me ofrecen su compañía pero no puedo ni quiero ir con nadie. Solo planteo objetivos parciales mientras veo velocidades ridículas para ir en llano; 10-12 kms/h. Los pensamientos son negativos y la espiral de hundimiento se acrecienta. En el km 102 llego al final del desierto donde está el avituallamiento. Paro 5 minutos, como todo lo que tengo y sigo remando contra el viento pero esta vez por caminos mas ciclables. Creo que han sido las 6h30 mas duras de ciclismo de mi vida cuando llego al campamento. Me ducho y me dirijo al comedor donde estuve 2 horas reponiendo fuerzas. Son casi las 4 de la tarde y me espera una noche dura. La moral está por los suelos y decido que mañana es un día de llegar a meta guardando fuerzas
Cuando el 4º día se da el bocinazo de salida el efecto dorsal hace olvidar el dia anterior. Se sale mas despacio y el grupo es bastante grande, por lo que se circula sin problemas en peloton y los kms pasan con facilidad. Cuando empiezan los latigazos fuertes no entro al trapo y me quedo en un grupo con Javier Aguilar y Daniel Haussman, con 8 ediciones de la Titan a sus espaldas, que nos da una clase de orientación y comportamiento en el desierto, de la que sin duda extraje mas lecciones que en el resto de etapas juntas. Alcanzamos el campamento de Merzouga tras 4h30 de pedaleo a ritmo constante y sin desfallecimientos.
la 5ª etapa en bucle, y con las temidas dunas esperándonos tras 104 kms de pedaleo se convirtió en durisima por el viento de cara los primeros 64 kms, que siendo completamente llanos tardamos mas de 3 horas en completarlos. Al igual que en la etapa marathon, decido dejar a mi grupo al perder la concentración y desde ese momento empiezo a perder puestos. Veo las dunas a lo lejos, pero son tan extensas que tardo muchísimo en llegar a ellas. Voy tan desconcentrado que en el ultimo avituallamiento bebo agua alli pero me olvido de cargar los bidones, aunque afortunadamente a la entrada de las dunas me dan agua en el CP3. Tardo 40 minutos en patear 3 kms de dunas que son de una belleza espectacular y sin duda forman parte de la Titan, pero que yo no disfruto nada empujando el manillar. Cada etapa que ha superado las 6 horas me ha derrotado fisica y psicologicamente y me ha servido para entender cómo se afrontar una prueba por etapas como esta.
La ultima etapa son solo 60 kms, pero el viento que ha soplado de cara el 75% de la Titan dificultaría el avance hasta el km 55. Voy recuperado de ayer y llego a meta en el puesto 52º sin ganas de dar un solo pedal mas. Espero a Martin y Maria, que han ido mejorando kilómetro a kilómetro y disfrutamos de los momentos de cruzar juntos la meta como equipo Compex. El cuerpo ha aguantado hasta ese momento, pero la concentración no puede mas y el estado de alerta se viene abajo, por lo que paso toda la tarde durmiendo en el hotel, y solo salgo para cenar, meter la bici en la caja y volver a dormir.
Una experiencia muy dura, mas por mi falta de preparación especifica en si misma que por la prueba en sí (que también es durisima) pero que he disfrutado mucho por lo distinto con el triatlon y la experiencia de cruzar un desierto de un pais que no conocía. E
Enhorabuena! Gran narración y transmites la competitividad en cada palabra…
Me alegra que la hayas disfrutado
Gran, gran, gran experiencia de un maestro, que no deja de aprender: Jaime eres admirable, no paras de aprender y de enseñar
Enhobuena!