
Foto: Mark Kolbe/Getty Images AsiaPac
Desde pequeño me gusta todo lo que tenga que ver con los cinco aros olimpicos y los valores que estos representan.
Sin embargo los JJ.OO estan absolutamente corrompidos en lo que a valores se refiere y se han convertido en el escaparate donde todos los deportes quieren estar a cualquier precio.
En Rio 2016 el Rugby aparece en el programa olimpico, pero en su versión Seven, una modalidad más vertiginosa del XV, cuya principal virtud es que los partidos duran 15 minutos y su formato televisivo se adapta mucho más a las necesidades de la televisiones.
En 1996 el triatlon fue aceptado en los JJ.OO, en los que iniciaría su singladura en Sidney. Bajo el pretexto de hacer la prueba más espectacular durante el ciclimo nos colaron la legalización de una trampa (eso es, sin tapujos, el drafting) con el pretexto de que las pruebas serían más espectaculares. El italiano Danilo Palmucci elevó una queja formal contra el drafting al COI por el cual un deporte integrado en el programa olímpico no podía variar de forma sustancial sus reglas en el ciclo olímpico anterior, evidentemente sin éxito.
Las pruebas son aburridisimas (salvo excepciones), se desarrollan en circuitos infumables que no son dignos de llamarse ciclismo (salvo excepeciones) y los resultados podrian hacerse simplemente viendo el orden del ultimo segmento (salvo excepciones).
En carreras de 55 triatletas como son los JJ.OO podría asegurarse muy fácilmente la lucha antidrafting y con un buen sistema de referencias las carreras serían muchísimo más emocionantes como ocurre en las pruebas de persecución de esqui de fondo y en el biatlón.